En medio de un mar de árboles y vegetación se sitúa "Océano verde", un pequeño hotel de montaña que con su nombre no hace más que bautizar el entorno que lo acoge.

José Luis y Felisa fueron los promotores de la iniciativa, capaz de aunar conceptos tan aparentemente antagónicos como descanso y ocio con trabajo y actividad.

Su trayectoria personal y profesional les situaba en unas condiciones tales que, con una buena dosis de intuición, concluyeran en un proyecto de esta naturaleza.

Él, asesor, con experiencia en la enseñanza y en el complejo mundo de la empresa. Ella, titular de una explotación ganadera, conocedora de la zona y aficionada a la decoración.

Del trabajo duro, de superar tensiones e incertidumbres en muchos momentos, de las opiniones y consejos de amigos, surgió este lugar casi mágico.